viernes, 12 de julio de 2019

since feeling is first e.e. cummings (traducción mía)


porque sentir es lo primero

porque sentir es lo primero
quien pone atención
a la sintaxis de las cosas
nunca te besará por completo;

ser un completo idiota
mientras hay primavera en el mundo

es algo que mi sangre aprueba
y los besos son mejor destino
que la sabiduría
lo juro por todas las flores, mujer. No llores
—el más perfecto gesto de mi mente es menos
que el aleteo de tus párpados que dice

somos el uno para el otro: entonces
ríe, reposa entre mis brazos
porque la vida no es un párrafo

y la muerte creo que no es un paréntesis.

domingo, 7 de julio de 2019

Reencarnación

Hay quienes quieren convertirse en ángeles, 

otros  reencarnar en nuevos cuerpos. 

Tú querías convertirte en palabra y reencarnar en texto.


A Ramón Córdoba 

#RamónCórdoba 

Todas las grandes historias de amor




—Todas las grandes historias de amor de la literatura terminan en tragedia: los protagonistas se separan o mueren —dijiste besándome en la frente y apretándome con fuerza contra tu cuerpo.

Entre las sábanas revueltas, nos quedamos en silencio. Me acurruqué a tu lado, con la cabeza recargada sobre tu pecho, escuchando el latido acompasado de tu corazón, mientras con un dedo recorría suavemente el perfil de tu rostro desde la frente hasta tu boca deteniéndome en tus labios. Tomaste mi mano, la acariciaste con inusitada ternura y comenzaste a besar uno a uno mis dedos.

—Pero cuando mueren, —continuaste— el amor no termina: el amor se vuelve eterno. Y por eso son grandiosas.


A Ramón Córdoba #RamónCórdoba
*Basado en recuerdos reales. Historia de un gran Amor. Julio 7, 2017- Julio 7, 2019

jueves, 4 de julio de 2019

Esta tarde

Esta tarde es un poquito menos brillante, un poquito menos luminosa, un poquito más silenciosa. Esta tarde, no estás tú.



A Ramón Córdoba #RamónCórdoba

lunes, 1 de julio de 2019

Tres jirafas

Me quedaron tus poemas, todos tus libros apilados, una taza, tu aroma y tres jirafas que me miran y no sé si se ríen o si sienten pena por haberse quedado solas aquí.

También se me quedaron las ganas y las humedades. Y las preguntas, y las charlas, y las risas, y una cacería de mosquitos en medio de una noche salpicada de carcajadas.

Se me quedaron mil estrellas aplastadas. 

Se me quedaron las nubes y el cielo que vimos tumbados en la hierba, descalzos, despreocupados, y la tormenta de una noche y el despertar abrazados.

Se me quedaron las miradas, las caricias, los besos, los juegos, y las marcas en el cuerpo de una pasión desenfrenada.

Se me quedaron los planes, los proyectos, el futuro, el mañana. 


Se me quedaron tus palabras, todas. O lo que es lo mismo: te me quedaste tú en un huequito del alma.