A partir de hoy
mis pies ya no tocarán el suelo,
me deslizaré flotando ligera
desafiando las fuerzas naturales.
La materia que me forma,
sin prisa, y poco a poco,
se irá volviendo menos densa,
mi presencia, más liviana, más etérea
mi sustancia, semejante a la
tuya,
mi piel más transparente,
mis manos más espuma,
mi corazón al tuyo acompasado.
A partir de hoy
mis pies ya no tocarán el suelo,
me elevaré despacio hasta encontrarte
en la cita que nos dimos esa
tarde.
Qué belleza.
ResponderEliminarMaravilla!
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