jueves, 19 de marzo de 2020

Ausencia Sólida


Fue también, como el de Neruda, un largo día jueves y duró también todo el año. 

Ese último día de primavera tu cuerpo comenzó a desintegrarse, tu presencia a diluirse, tu voz se fue silenciando, la luz de tu mirada se apagó. Empezaron entonces a hablar de ti en pasado. Y te acomodaron en un discreto rincón de sus recuerdos.

Tu ausencia, en cambio, empezó a volverse sólida, a apropiarse del espacio que ocupaba tu cuerpo. Se metió primero en tus zapatos e imitó tus pasos. Poco a poco, fue tomando forma y consistencia. La escuché también un día carraspear, como ensayando para replicar tu voz.

Hoy tu ausencia se ha vuelto sólida. Y estás aquí de cuerpo entero, vestido de ti, cerca de mí, conmigo.

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